jueves, noviembre 09, 2006

Moverse para vivir

El tema a abordar se torna acerca del problema de Chile por las enfermedades decantadas del sedentarismo y la mala nutrición, como son el sobrepeso y la obesidad, la diabetes mellitas y las enfermedades cardiovasculares, las cuales le provocan al chileno tener una calidad de vida en la vejez bastante precaria e incide directamente en la sensación de felicidad de las personas. La Prevención de estos problemas es la incógnita, y muchos nos atrevemos a plantear ideas acerca de cómo resolver este problema social que nos atañe hoy.
Una de las soluciones, en la que creemos y confiamos los actores de la actividad física, esta en la masificación del deporte y la actividad física, por su efectividad en otras sociedades, como las de tipo oriental asociadas al antiguo régimen de la unión soviética, quienes a través de programa de para la población introdujeron en la cultura de sus países el deporte como herramienta del sano buen vivir.
La forma de arraigar el deporte y la actividad física, creemos que esta a través de los niños, futuras generaciones de nuestra nación. Esta se puede lograr creando hábitos en los niños en sus fases sensibles, de 5 a 12 años.
En estas edades, donde se encuentran, en un tercio de su tiempo despiertos, en los recintos escolares, por lo que son estos lugares posibles agentes de masificación del deporte y la actividad física.
Es bien sabido por todos, que cada día los niños comienzan a despertar en la tecnología a mas temprana edad, adquiriendo habilidades que ni sus padres aun tienen, claros ejemplos son que a los dos años ya saben manejar las funciones básicas del control remoto, a los cuatro prender y apagar computadores, a los cinco sentarse y dominar el mouse e incluso ocupar juegos de video. A esto lo favorece que cada día los departamentos sean mas pequeños, las áreas verdes se van perdiendo, y los papas y mamas trabajan mas horas a la par dejando muchas veces a los niños solos o al cuidado de la nana de la casa. El niño cada día tiene mas problemas para explorar el conocimiento del su cuerpo, expandir su praxis, e usar para distintas situaciones las experiencias guardadas en su cerebelo, tanto de tipo motora como sensitiva, y aplicarlas en caso de que alguna acción lo requiera.
Por lo tanto debemos propiciar que los niños se muevan, libres en su entorno y realicen la mayor cantidad de experiencias que luego puedan acupar ante situaciones de la vida adulta.